Como cada año en diferentes lugares del mundo se rinde un homenaje a las víctimas que el Estado colombiano ha dejado a su paso en el cruento conflicto social y armado que vive el país.
Este año al recuerdo por los miles de desaparecidos se sumó la enérgica denuncia sobre los atropellos físicos, sociales, jurídicos, ambientales y de todo tipo que ha infringido la multinacional ENDESA (Compañía española) contra el pueblo colombiano y en concreto contra los habitantes de una zona rural del país. Se trataba de denunciar lo que será la muerte del hermoso Río Magdalena a su paso por la región del Quimbo una vez la multinacional construya una represa hidroeléctrica.
ENDESA lo tiene claro, ese suculento negocio no puede irse a pique por la resistencia de unos cuantos descamisados. En las últimas protestas el Estado no ha dudado en hacer uso de la fuerza con descargas policiales frente a campesinos humildes y desarmados. Ese es el precio de un buen negocio, cientos de familias que perderán el río, su identidad, las costumbres que nacieron en sus orillas, una forma de vida ligada a la pesca artesanal. Cientos y cientos de años de cultura y de equilibrio medioambiental se irán al garete en medio de porrazos, gases lacrimógenos y un humillante despojo.
Viendo éste documental pueden juzgar ustedes mismos y luego reflexionar si en realidad con la resistencia pacífica basta en un país como Colombia:
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