Garcia Albiol y sus cuarenta ladrones

No es de extrañar lo que esta sucediendo en el ayuntamiento de Badalona. Era un secreto a voces que las instrucciones del alcalde de mano dura  con las personas migradas se había convertido realmente en una maquinaria  de chantaje y coacción. No contempló el Sr. Alcalde que el hartazgo y la indignación podían romper la ley del silencio que impera en Badalona, y menos aun que un humilde inmigrante iba a agrietar la maquinaria urdida en la ciudad desde las últimas elecciones municipales. 

Pero la precariedad ética del equipo diseñado por García Albiol es más evidente con las reacciones posteriores. El que hasta hace unos días era el regidor de Servicios Sociales, David Gómez,  es hoy su principal amenaza. Gómez, caído en desgracia, pide ahora la dimisión de su jefe político, el alcalde García Albiol. La consideración de Gomez es simple, si a él lo destituyen por un presunto delito de extorsión entonces el jefe debería  dimitir por estar, ya no presumiblemente vinculado, sino por estar imputado en una causa por xenofobia. El ex edil del PP cree que son delitos equivalentes y en consecuencia la regla debería aplicarse para ambos casos. 

Yo sin duda estoy de acuerdo con David Gomez, es de bandidos la extorsión o  la xenofobia indistintamente. Pero entre bandidos suele ocurrir este tipo de comportamientos, es la lógica del mercenario, allí donde las canalladas están bien recompensadas se pagan con un cómodo silencio de lo contrario vienen las acusaciones y la delación. Seguramente la historia no terminará aquí porque en las “vendettas” suele haber purgas profundas  y tal parece que en el ayuntamiento de Badalona ha comenzado una.

Me queda sin embargo una inquietud de todo este embrollo. Dónde queda la principal bandera de la política de Albiol contra la inmigración. Con qué cara podrá continuar con su cruzada de los buenos ciudadanos contra los malos. A dónde queda esa tesis según la cual la delincuencia y el incivismo es un problema ligado al origen de la persona.

Todo lo contrario, resulta que los delincuentes estaban en su propio equipo de gobierno y no eran precisamente inmigrantes. En cambio va tomando fuerza otra tesis. Que la propensión al delito, en particular aquel de cuello blanco, esta más ligada a la orientación ideológica que al lugar de nacimiento. Para corroborarlo solo hay que echar mano de la hemerotéca.

Ojalá Badalona nos sirva de lección, principalmente a quienes con su voto hicieron del ayuntamiento de Badalona una guarida...

Por: Juan Carlos Villamizar Alarcón